Una vez fui víctima de una de las tantas
estafas por Internet que pululan y
son incidentes tanto por el daño como por la forma en que se replican.
Fue realizada directamente por una persona
que se decía Exchange de Skrill
(método electrónico de pago) y, un día 22 de diciembre, quise cambiar $13 para
comprar algo para la cena de Navidad.
Muy amablemente me atendió, envió la
dirección y luego en su chat de Instagram me dijo “ya llegó, ya te pago que
estoy manejando”, confiado y por su amabilidad, le creí pero pasada hora y
media entendí que había sido estafado.
Si no fuese porque aprendí la lección y
busqué portales web y gente con negocios digitales y físicos, jamás hubiese
seguido cambiando criptomonedas, PayPal y Skrill. Gracias a FOROBETA eso de las estafas quedó
pisado.
Claro está que en todas partes hay
estafadores, lo bueno es que se reconocen por varios temas como su exceso de
amabilidad (en vez de ser formales), pintar maravillas y comenzar a dar excusas
banales y sin sustento. No lo digo por paranoia ni un formato estándar, pero
mucho de eso tienen.
Investigar a quien le confiarás el
dinero no duele y ser meticuloso y gradual es lo mejor. Alguna vez tendrás que
canjear cifras mayores, por lo que la precaución y los mejores deseos es lo que
toca sugerir; ya te dijimos sobre Forobeta o también TuRemesa.Net para cambiar, donde menos estafas por Internet han
existido.
Y si un consejo te sirve, si vas a
cambiar $300 y estás temeroso de ser estafado, cambia con 3 Exchange. Ganas
todo o pierdes poco (salvo la confianza, esa la pierde el estafador y se le
debe denunciar con todo).
Para fortalecer el tema, hablemos sobre
las estafas por Internet y cómo se sustentan. La información es prevención y
disminución máxima de ser víctimas. Y si eres victimario/a y quieres aprender,
te deseo todo lo peor del mundo porque te lo mereces, ¡Rata inmunda!
Estafas por Internet
Las estafas por internet son fraudes que
se perpetran a través de la red con el objetivo de engañar a las personas para
obtener información personal, dinero o realizar transacciones ilícitas.
Estas prácticas pueden tener
consecuencias devastadoras para las víctimas ya que pueden resultar en la
pérdida de ahorros, daños a la reputación (de micro a macro, como por ejemplo
el medio donde se difundía) y robo de identidad.
Tipos de estafas por internet
Phishing: Este tipo de estafa implica el envío de correos
electrónicos fraudulentos que parecen provenir de instituciones legítimas, como
bancos o servicios en línea. El objetivo es engañar a las personas para que
revelen información personal, como contraseñas o números de cuenta.
Un correo electrónico que simula ser de
tu banco solicitando que confirmes tu información de inicio de sesión a través
de un enlace que lleva a un sitio web falso, es una estafa.
Smishing: Similar al phishing, utilizando mensajes de texto
fraudulentos para obtener información personal. Estos mensajes pueden incluir
enlaces o números de teléfono que llevan a la víctima a proporcionar datos
sensibles.
Un mensaje de texto que dice que has
ganado un premio y te pide que ingreses tus datos en un enlace, es una estafa
que tú mismo secundaste ya que ¿Cómo ganas en lo que no has participado?
Vishing: Implica llamadas telefónicas fraudulentas en las
que los estafadores se hacen pasar por representantes de empresas o
instituciones para obtener información personal (aplica por WhatsApp).
Recibir una llamada de alguien que dice
ser del servicio al cliente de tu compañía de tarjetas de crédito y te pide que
confirmes tu número de tarjeta por "razones de seguridad".
Suplantación
de identidad: Este fraude ocurre
cuando los estafadores utilizan plataformas de mensajería o redes sociales para
hacerse pasar por otra persona con el fin de solicitar información personal o
dinero.
Un delincuente que crea un perfil falso
en una red social utilizando la imagen de un amigo o un nombre común (“Hola,
soy María”, es uno de los más usados por delincuentes presos en Venezuela) y pide
dinero prestado a otros conocidos o vende dólares.
Filtración
de información: Este término se
refiere al robo de datos confidenciales de usuarios y organizaciones, a menudo
a través de brechas de seguridad en sistemas informáticos.
Un ataque cibernético que expone
millones de registros de clientes de una empresa, incluyendo nombres,
direcciones y números de tarjetas de crédito es una estafa por Internet a nivel
macro, difícil se subsanar a los afectados más humildes.
Malware: Este término engloba cualquier software malicioso
diseñado para dañar o deshabilitar dispositivos, sistemas o redes.
Un virus que se instala en tu computadora
después de descargar un archivo de una fuente no confiable, afectando su
funcionamiento y robando información (viene en las apps para ver televisión
gratis a modo pirata).
Ransomware: Este tipo específico de malware bloquea el acceso a
los datos de un usuario o sistema, exigiendo un pago para restaurar el acceso.
Un ataque que cifra los archivos de tu
computadora y muestra un mensaje que exige un rescate en criptomonedas para
desbloquearlos.
Cómo evitar las estafas por internet
No
compartir información confidencial:
Evita proporcionar datos personales o financieros a personas que te contacten
de forma inesperada, ya sea por correo electrónico, mensaje de texto o llamada
telefónica, salvo que sea un sistema bien publicitado y en los sitios correctos
(jamás te vayas por el camino fácil).
Si alguien te llama diciendo que es de
tu banco y solicita tu número de cuenta, cuelga y llama directamente a la línea
oficial de atención al cliente.
Verificar
la dirección de correo electrónico del remitente: Antes de interactuar con un correo sospechoso,
verifica que la dirección de misma coincide con la de la empresa legítima
(quien investiga, se salva).
Un correo que parece ser de Amazon pero
proviene de una dirección que termina en "@gmail.com" debe ser
considerado sospechoso (porque lo es).
Usar
programas de seguridad: Instala
software antivirus y antimalware que se actualice automáticamente para
protegerte contra las amenazas más recientes (Avast, Security 360, Superantispyware).
Configura tu antivirus para que realice
análisis regulares de tu sistema y actualizaciones automáticas.
Usar
autenticación de múltiples factores: Activa
la autenticación de dos pasos en tus cuentas para añadir una capa extra de
seguridad (salvo si tu país tiene muchos cambios de huso horario o tiene vetos
internacionales por sus sistemas políticos, el Google 2FA en esos casos se transforma en un problema nuevo; mejor
utiliza verificación por SMS).
No te incomodes por recibir un código en
tu teléfono celular cada vez que inicias sesión en tu correo electrónico desde
un dispositivo nuevo.
Ingresar
datos de la tarjeta solo en páginas seguras:
Asegúrate de que la URL del sitio web comience con "https://" antes
de ingresar cualquier información de pago y tenga un candado al inicio de la
barra superior, indicando que es seguro.
Evita
realizar transacciones desde redes WiFi abiertas: No realices compras o transacciones financieras
mientras estés conectado a redes WiFi públicas, ya que pueden ser inseguras. Si
en una tienda dice que te la prestan, debe ser una gran tienda. Si lo haces en
una pequeña, queda bajo tu riesgo, aunque puedes usarlo activando el modo avión para que no detecte tu sistema móvil
(funciona poco, pero es lo mejor que podemos darte).
Si estás en un café y necesitas acceder
a tu banco, es mejor usar tu conexión de datos móviles en lugar de la WiFi del
establecimiento.
No
aceptar pagos sospechosos: Si alguien te realizó
un depósito no solicitado, si te llama para que se lo devuelvas, asiste a la
oficina del banco emisor y que canalicen esa transacción, ya que las estafas
por Internet vía bancos se están poniendo de moda.
Si gustas leer una visión distinta y más
analítica de trasfondo sobre las estafas por Internet, te invito a leer mi artículo
en mi blog Periodistech.
La versión de castigo merecido está en Romantistech.
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