Las terapias de parejas son asumidas por
quienes tienen el valor y la decisión de recomponerse o buscar nuevas maneras
de avivar la llama del amor. Quienes colocan excusas para ir a una terapia de parejas, regularmente son
aquellos que creen tener todas las respuestas o no tener un problema.
…Y la realidad les pega
directamente en sus caras, cuando ya no se puede sostener lo que un día fue
algo maravilloso.
Pedir ayuda es de
valientes, definitivamente. Buscar creatividad y novedad con las terapias de parejas
es otra forma de hidalguía para explorar nuevas sensaciones y abrir los ojos a
realidades que no siempre todos captan.
Recuerden que ser
pareja significa “ir a la par”, sin dejar de lado su propia esencia, vida y
necesidades. Equilibrar todo ello amerita de asistencia para poder crear una
cadena más fuerte.
Razones para asistir a las terapias de parejas
Si ven algún rasgo de
éstos en su día a día, no lo desestimen, atáquenlo a tiempo con asistencia
profesional como la de Date Life que
sabe de terapia de parejas y personaliza la atención, sea presencial u online
(si buscan discreción para ello).
Si factores como el
trabajo, las finanzas o la familia están afectando la relación, la terapia
puede ayudar a enfrentarlos como equipo en lugar de dejar que los desgasten y
les hagan ensimismarse e irse abstrayendo de sus deberes y del amor del entorno.
Cuando uno (o ambos)
siente celos o dudas constantes –hasta con motivos inventados de la nada-, un
terapeuta puede trabajar en la raíz de esas emociones y fortalecer la confianza
mutua. Los celos son un problema que al
primer síntoma, se atacan.
Cambios como
convertirse en padres, jubilación o una enfermedad pueden alterar la dinámica
de la pareja y para crear equidad y tranquilidad las terapias de parejas
facilitan el adaptarse juntos a esos momentos.
Si hay heridas no
sanadas (como discusiones antiguas, infidelidades o similares o promesas
rotas), la terapia ofrece un espacio seguro para cerrar esos capítulos.
A veces uno no entiende
del todo los sentimientos o perspectivas del otro; las terapias de parejas enseñan
a ponerse en los zapatos de su contraparte y construir un vínculo más profundo.
Ello también ayuda a eliminar al machismo o el feminismo recalcitrante del hogar.
Si hay comportamientos
dañinos como culparse mutuamente o evitarse de maneras bastante vergonzosas,
totalmente distintas a sus mejores momentos de amor, un profesional puede
ayudar a identificarlos y reemplazarlos por hábitos más sanos.
Las terapias de parejas
son los abogados del diablo cuando ambos están en una encrucijada (seguir
juntos o separarse), brindándoles modos factibles de cómo aclarar qué realmente
quieren para sí y para su unión y cómo tomar esa decisión de forma consciente.
¿Qué hacen los especialistas en terapias de parejas?
Estos profesionales
suelen trabajar diversos elementos clave para mejorar la relación, resolver
conflictos y fortalecer la comunicación entre ambos, así.
Buscan mejorar la forma
en que los miembros de la pareja se expresan y escuchan, lo que implica
aprender a hablar de manera clara y respetuosa, así como a interpretar
correctamente lo que el otro dice sin suposiciones o malentendidos.
Se trabajan
herramientas y estrategias para manejar desacuerdos de forma constructiva,
evitando que escalen a discusiones dañinas o patrones destructivos.
Si hay problemas de
desconfianza (por infidelidad, secretos u otros motivos), se exploran las
causas y se busca reconstruirla paso a paso, fomentando la transparencia y el
compromiso.
Abordan las necesidades
emocionales y físicas de ambos, trabajando en reconectar o fortalecer el
vínculo afectivo que pudo haberse debilitado.
Los especialistas en terapias
de parejas como los de Date Life analizan las ideas que cada uno tiene sobre lo
que significa estar en pareja (responsabilidades, apoyo, etc.) para alinearlas
o ajustarlas si dichos pensamientos generan fricciones.
Exploran experiencias
personales o familiares previas que influyen en cómo cada uno se comporta en la
relación, como modelos de pareja aprendidos o traumas (padres estrictos, madres
excesivamente meticulosas, familias disfuncionales, ausencia de padres).
En las terapias de parejas
se fomenta la creación o el refuerzo de objetivos comunes, ya sea en torno a la
familia, el futuro o el día a día, para que la pareja sienta que avanza junta.
El enfoque puede variar
según el terapeuta (por ejemplo, terapia cognitivo-conductual, sistémica o
emocionalmente enfocada), pero el objetivo suele ser que ambos se sientan
escuchados, comprendidos y capaces de construir una relación más saludable.
Sólo los orgullosos,
miedosos, indolentes y quienes quieren lanzar por la borda una vida de amor,
evitan las terapias de parejas. Todos los demás, son héroes de sus relaciones y
que terminarán triunfando rotundamente.
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