Qué es la ansiedad
Es una respuesta emocional normal
que se presenta ante situaciones de estrés o peligro, caracterizada por
sentimientos de inquietud, preocupación o temor. Sin embargo, cuando la
ansiedad se vuelve persistente y excesiva, puede llegar a interferir
significativamente en la vida diaria de una persona convirtiéndose en un trastorno.
Desde cuándo fue declarada una condición de salud mental
Los trastornos de ansiedad han sido reconocidos como condiciones de
salud mental desde finales del siglo XIX. Sin embargo, su clasificación formal
en manuales diagnósticos como el DSM
(Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) comenzó a
tomar forma en la década de 1950.
La ansiedad se ha ido comprendiendo
y definiendo mejor con el tiempo y hoy en día se reconoce como un conjunto de
trastornos bien definidos en los que se incluyen el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, las
fobias y otros.
En qué puede convertirse un ataque de ansiedad
Un ataque de ansiedad puede
convertirse en un ataque de pánico, que es una forma más intensa de ansiedad
que se manifiesta de manera repentina y a menudo incluye síntomas físicos como
palpitaciones, dificultad para respirar, sudoración y sensación de inminente
desastre.
Si los ataques son recurrentes,
pueden llevar al desarrollo de un trastorno de pánico.
Situaciones frecuentes que detonan un ataque de ansiedad
Algunas situaciones que pueden
detonar un ataque de ansiedad incluyen:
Exámenes o evaluaciones
Situaciones sociales (como hablar
en público)
Estrés laboral o académico
Cambios importantes en la vida (como
mudanzas o rupturas)
Problemas de salud y preocupaciones
sobre el futuro
Experiencias traumáticas o
exposición a situaciones de peligro
Emprender viajes, sea por tierra,
mar o aire, especialmente en vehículos de servicio público donde se está
supeditado a las normas de la compañía o chofer y no se puede disponer como en
un vehículo particular.
Con qué se asocia la ansiedad
La ansiedad se asocia con una
variedad de factores, incluyendo:
Predisposición genética
Factores ambientales y estresantes
Desequilibrios químicos en el
cerebro
Comportamientos aprendidos y
patrones de pensamiento negativos
Otros trastornos mentales (como la
depresión).
Qué es el ciclo de la ansiedad
Es un patrón que describe cómo se
perpetúa la ansiedad a través de la interacción de varios factores. Este ciclo
puede ser difícil de romper ya que cada etapa alimenta a la siguiente.
Partes que componen al ciclo de la ansiedad
Miedo:
La experiencia inicial de miedo o une sensación de amenaza.
Evitación:
La persona evita enfrentar la situación que le causa ansiedad, lo que puede
proporcionar un alivio temporal.
Alivio
a corto plazo: La evitación puede generar un alivio
inmediato, reforzando la conducta de evitar situaciones similares en el futuro.
Preocupación:
La persona comienza a preocuparse por la posibilidad de experimentar ansiedad
en el futuro, lo que aumenta su nivel de ansiedad.
Pérdida
de confianza: A medida que las personas evitan
situaciones, pueden empezar a perder confianza en su capacidad para manejar la
ansiedad, perpetuando el ciclo.
Quiénes atienden a las personas con ansiedad
Estas pueden ser atendidas por una
variedad de profesionales de la salud, incluyendo:
Psicólogos
Psiquiatras
Terapeutas y consejeros
Médicos de atención primaria
Enfermeros o enfermeras
especializadas en salud mental (específicamente para su cuidado y compañía).
Cómo afecta la ansiedad al entorno familiar, social, sexual, estudiantil y laboral
Esta ha tenido tristemente un
impacto significativo y negativo (como mínimo, entorpecedor y frustrante) en
diversos ámbitos de la vida de una persona, a saber:
Entorno familiar: La ansiedad puede provocar tensiones en las relaciones familiares, ya que los seres queridos pueden sentirse frustrados o impotentes al no entender la condición.
Entorno
social: Quienes padecen la ansiedad pueden evitar
situaciones sociales, lo que lleva a la soledad y a la dificultad para
establecer y mantener amistades.
Entorno
sexual: Esta ha llegado a trastocar por completo a la
intimidad y las relaciones sexuales, causando disfunciones sexuales o la
evitación del contacto íntimo.
Entorno
estudiantil: Los estudiantes con ansiedad pueden
tener dificultades para concentrarse, asistir a clases o completar tareas, incluso
estar en un salón de clases o interactuar con compañeros dentro y fuera del
aula, lo que puede afectar su rendimiento académico.
Entorno
laboral: Interfiere con la productividad y la satisfacción
laboral, llevando a ausencias frecuentes o conflictos en el lugar de trabajo.
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