Un verdadero bebedor social sabe cómo disfrutar de
las bebidas alcohólicas sin excederse, manteniendo un nivel de consumo que le
permita disfrutar de la compañía y el ambiente sin perder el control o caer en
la embriaguez (y dar espectáculo cómico, trágico u hostil).
Esta moderación no sólo
ayuda a evitar situaciones embarazosas, sino que también asegura que pueda
recordar y disfrutar plenamente de las experiencias vividas, pudiendo adaptarse
a diferentes entornos y grupos disfrutando de la interacción con los demás,
eligiendo bebidas y formatos que fomenten la camaradería y el gozo colectivo.
El bebedor social sabe
cuándo brindar, invitar a una ronda y compartir momentos mientras habla de
manera coherente de varios temas, lo que contribuye a que las reuniones sean
agradables y memorables para todos los presentes.
Disfrutar de las
bebidas con moderación y estilo no solo es un signo de educación, sino que
también garantiza que tus experiencias sociales sean agradables y memorables.
15 consejos de etiqueta para ser un bebedor social que realmente disfruta las bebidas, sin excesos
Un
hombre bebe, pero jamás se emborracha. El exceso de alcohol
no solo afecta la imagen, sino también la mente. La lucidez es fundamental,
porque un verdadero caballero controla su consumo y evita situaciones
embarazosas.
El
nivel etílico adecuado es el que no se nota. Un caballero o
una dama pueden disfrutar de una velada sin recordar todos los detalles de lo
que se dijo o hizo. Evita ser el que celebra cada anécdota; en su lugar, mantén
la compostura y disfruta del momento presente.
Elige
bien tus bebidas. No te dejes tentar por tragos baratos,
es preferible disfrutar de una bebida de calidad que sacrificar bienestar por
precio. Al fin y al cabo, la resaca – cruda – ratón y las consecuencias pueden
arruinar una buena experiencia.
Prefiere
la pureza en tus elecciones. Cuanto menos mezcladas
estén las bebidas, mejor. Evita los refrescos en las combinaciones, salvo que
sean parte del trago como en la Cuba Libre. Si decides explorar la coctelería,
procura que los ingredientes sean de calidad y la presentación sea adecuada. Un
buen trago debe resaltar el sabor de su base.
Beber
es un ritual social. Recuerda que el ambiente y la compañía
son parte del disfrute y la construcción de un bebedor social.
Invita,
pero con mesura. Al estar con amigos, es cortés invitar
una ronda, pero no seas el que paga dos, salvo que hayan dado la vuelta al
reloj (todos cooperaron). Si lo haces, es probable que tus compañeros no sean
amigos genuinos, sino interesados que esperan aprovecharse. Además, una segunda
ronda es mustra de que ya te estás excediendo en la bebida.
Sé
consciente del momento. La elección de la bebida debe
adaptarse a cada parte del día. Un espumoso por la mañana, un tequila o mezcal
durante la comida, vino con la cena y un whisky al final de la noche o una
cerveza cuando hay mucho calor o el presupuesto no es muy alto. Cada trago
tiene su tiempo y lugar.
Adáptate
a las costumbres locales. Un bebedor social es un
acompañante que respeta las tradiciones de cada ciudad o país como muestra de
cortesía. Participa en las costumbres del lugar, pero recuerda que en algunos
lugares el alcohol es inapropiado o se bebe como acompañante de las comidas.
Siempre es mejor integrarse que imponer.
Celebra
la experiencia con moderación. Como se demuestra en
Francia, la calidad de un buen trago es parte del arte de vivir. Disfruta de la
bebida como un ritual que enriquece tus momentos sociales.
La
calidad siempre importa. Recuerda las sabias palabras del
chef peruano Gastón Acurio: “Lo importante en la cocina es si un platillo sabe
rico o sabe feo”. Aplica esto a las bebidas: elige lo que realmente disfrutas y
aprecia su sabor, sin importar la cantidad.
Hidrátate
adecuadamente. Entre cada bebida alcohólica, toma unos
sorbos de agua. Esto no sólo mantiene tu cuerpo hidratado, sino que también
ayuda a reducir los efectos adversos del alcohol.
Come
antes y mientras bebes. Para reforzar y ayudarte en tu rol
de bebedor social te recomendfamos disfrutar de algunas tapas, pasapalos,
pasabocas, copetines, snack o bocados mientras tomas, ya que es una excelente
manera de moderar el impacto del alcohol en tu sistema a la par de mantener tu
coherencia y reflejos.
Conoce
tus límites. Mantente consciente de cómo te sientes
mientras bebes. Si empiezas a notar signos de embriaguez, es momento de
detenerte o cambiar a una bebida sin alcohol, porque estás pasando de un
bebedor social a uno empedernido y de ahí a borracho, nada te faltará.
Sé
un buen anfitrión o invitado. Si organizas un
evento, asegúrate de ofrecer opciones no alcohólicas y alimentos para tus
invitados. Si eres un invitado, únete a las celebraciones, pero sin excederte,
respetando a tus anfitriones y su espacio.
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