Decimos que el practicar fútbol para mejorar como persona no sólo como una afirmación, sino como una petición, ya que en algún momento todo se desvirtuó.
Hay personas que han sabido bien derivar las enseñanzas del llamado deporte rey, ya sea siendo narradores, promotores, tener una tienda ropa futbol con los complementos necesarios y sabiendo de manera práctica y vivencial lo que cada quien puede o debe tener para practicarlo.
Pero hay otras que no han sido honestas con el deporte, lo han transformado en una batalle entre sectores e incluso países, atacando al espíritu competitivo y de reencuentro que el balompié ha insistido en manifestar.
Existen pues dos vertientes que no han entendido el valor real de practicar fútbol para mejorar como persona, como lo son:
Los directivos mafiosos que cometen actos de corrupción con el dinero recaudado, las estructuras e instalaciones e incluso tentando a jugadores y técnicos para usarlos como conejillos de indias o chivos expiatorios, además de negocios turbios con particulares o gobiernos, usando al fútbol como su lavado de dinero e influencias y destruyendo sueños y confianza de millones de personas de bien.
El otro sector problemático es el de los comentaristas o cronistas de fútbol en los medios tradicionales, así como los amateurs que están en las redes sociales y que por apoyar a sus equipos o selecciones, mal ponen a los contrarios con mensajes indolentes, insidiosos, netamente deleznables.
Estas
dos figuras negativas evidentemente no saben, no entienden o dejan
intencionalmente a un lado nuestra premisa de que “practicar fútbol para
mejorar como persona” es posible y se hace cada vez más necesario.
Practicar fútbol para mejorar como persona
La recuperación no vendrá de las federaciones de fútbol, ni de los medios de comunicación y gran parte de sus periodistas o comentaristas de deportes y mucho menos de los “influencers” que tienen sus canales deportivos –salvo algunas excepciones como Mister Chip que es altamente ecuánime”; y tampoco de la FIFA y las confederaciones.
Dicho rescate vendrá de una mejor educación en los hogares, escuelas, academias de fútbol, tiendas especializadas en artículos deportivos –especialmente fútbol-comprometidos en elevar la calidad del espectáculo y la humanización del mismo fuera y dentro de las canchas.
Sí se puede practicar fútbol para mejorar como persona, lo que se necesita es reforzar el respeto, la ecuanimidad y justicia en cada etapa de la vida, para que cada quien comprenda que por encima de un equipo local o nacional, está un deporte que es a su vez un ideario de encuentro, emoción y respeto.
Para ello, tenemos que aprender a ver todo lo valioso que el rey de los deportes nos brinda y ser recíprocos con quienes están y vengan para practicar o disfrutar el espectáculo, así habrá crecimiento, seriedad, nobleza, respeto mutuo y menos corrupción económica o espiritual.
El
jugar fútbol en la niñez, adolescencia, adultez y vejez tiene un valor que cada
quien ha de internalizar, defender y promover. Es la única manera de lograr
practicar fútbol para mejorar como persona, haciéndolo una segunda naturaleza.
En la niñez:
Promueve
la actividad física y el desarrollo de habilidades motrices.
Fomenta
el trabajo en equipo y la colaboración.
Ayuda
a mejorar la coordinación y el equilibrio.
Potencia
la socialización y la integración en grupo.
Enseña
valores como el compañerismo, la disciplina y la perseverancia, además del
respeto ante los errores y saber ganar como saber perder o empatar.
De
esta manera las emociones negativas no dominarán y no habrá actitudes
altaneras, despectivas o indiferentes, mucho menos corruptas.
Practicar fútbol para mejorar como persona en la adolescencia:
Contribuye
a la formación de una identidad positiva y autoestima.
Reduce
el estrés y mejora la salud mental.
Desarrolla
habilidades de liderazgo y toma de decisiones.
Ofrece
una vía de escape saludable para canalizar emociones.
Promueve
la responsabilidad y el compromiso.
En la adultez:
Ayuda
a mantenerse en forma y controlar el peso.
Mejora
la resistencia cardiovascular y la fuerza muscular, incluso ayuda al
rendimiento y apetito sexual.
Fortalece
el sistema inmunológico y previene enfermedades.
Favorece
la socialización y la construcción de redes de apoyo.
Proporciona
una forma divertida de ejercitarse y mantenerse activo, escapando de las
presiones del día a día.
Practicar fútbol para mejorar como persona en la vejez:
Contribuye
a mantener la movilidad y la agilidad en la tercera edad.
Previene
el deterioro cognitivo y mejora la función cerebral.
Ayuda
a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes y la
hipertensión.
Proporciona
oportunidades para socializar y evitar el aislamiento.
Fomenta
la autonomía y la independencia en la vejez.
En
todo ámbito de la vida, la práctica de fútbol es beneficiosa y es ajena a
quienes la usan para sacar su lado más oscuro. Practicar fútbol para mejorar como
persona siempre nos va a demostrar que:
Mejora
la salud mental y reduce el riesgo de depresión.
Favorece
la creación de lazos afectivos y amistades duraderas.
Aporta
sensación de logro y satisfacción personal.
Estimula
la concentración y la capacidad de atención.
Promueve
la innovación y la creatividad en la resolución de problemas.
Fortalece
la autoconfianza y la autoeficacia.
Genera
momentos de diversión y entretenimiento.
Aporta
beneficios a nivel emocional, físico y social, independientemente de la edad en
la que se practique.
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