Contratar a un buen abogado
es un proceso analítico en el cual interceden la investigación, la confianza y
un tanto a la suerte, ya que así como existe una mayoría de abogados de
primerísima calidad y sentido humanista, hay un sector apático, aprovechado y
taimado que incide en dañar la imagen de dichos profesionales.
Por
ende, es una decisión importante basada en intuición y fortuna (incluso entre
familiares o amigos).
Para
ayudarte a contratar a un buen abogado, realizando una investigación comedida y
una evaluación cuidadosa, presentamos una lista de varios temas o pasos a seguir
para contratar a un buen abogado, pensándolo como adecuado para tu caso (ya que
existen diversas ramas del derecho y lo más conveniente es contratar a un
abogado especializado).
Contratar a un buen abogado
Identifica
tus necesidades legales específicas y el tipo de problema que quieres resolver.
Busca
abogados que se especialicen en el área legal que necesitas, por ejemplo,
derecho laboral, familiar, penal, administrativo, etc.
Consulta
fuentes confiables para obtener recomendaciones de abogados, como familiares,
amigos, colegas, asociaciones profesionales o servicios de referencia. Los mejores
son los que han contratado sus servicios.
Investiga
en línea sobre los abogados que te interesen, visitando sus sitios web, leyendo
sus reseñas y opiniones, y verificando sus credenciales y experiencia.
Selecciona
al menos tres abogados que cumplan con tus criterios y contacta con ellos para
solicitar una consulta inicial gratuita o de bajo costo.
Prepara
una lista de preguntas para hacerles a los abogados durante la consulta. De
sugerencia: Su experiencia en casos similares al tuyo, su enfoque para resolver
tu problema, sus tarifas y honorarios, su disponibilidad y comunicación, etc.
Asiste
a las consultas con los abogados y evalúa sus respuestas, su actitud, su
confianza y su profesionalismo.
Compara
las ventajas y desventajas de cada abogado y elige al que mejor se adapte a tus
necesidades, expectativas y presupuesto. No te dejes seducir por su labia ni te
aceleres. Habla con tus allegados ante cualquier duda a su propuesta. Despejar tu
mente es un paso vital para contratar a un buen abogado.
Solicita
al abogado elegido que te entregue un contrato por escrito que detalle los
términos y condiciones de su servicio, incluyendo el alcance del trabajo, las
responsabilidades de cada parte, los plazos, los costos, etc.
Lee
el contrato con atención y asegúrate de entenderlo y estar de acuerdo con él.
Si tienes alguna duda o inconformidad, comunícala al jurista y pide que se
hagan las modificaciones necesarias.
Al
firmar el contrato, guarda una o varias copias para tu registro. Paga el
anticipo o la retención que te solicite el abogado, si corresponde, y solicita
un recibo o una factura que lo acredite.
Entregale
toda la información y documentación relevante para tu caso, como contratos,
facturas, recibos, testigos, etc. Haz copias de los documentos originales antes
de enviarlos y exígele que te devuelva los originales cuando termine el caso.
Mantén
una comunicación fluida y frecuente con el abogado, ya sea por teléfono, correo
electrónico o reuniones presenciales. Contratar a un buen abogado es un proceso
dual de intercambio de información o novedad que surja en tu caso y solicítale
que te mantenga al tanto de los avances y las acciones que realice.
Revisa
las facturas y los informes que te envíe el abogado y verifica que se ajusten
al contrato y al trabajo realizado. Si tienes alguna duda o reclamo, hazlo
saber al jurista y pide una explicación o una corrección.
Colabora
con tu asesor legal y sigue sus consejos e instrucciones. No tomes decisiones
ni acciones sin consultarle previamente, ya que podrían afectar el resultado de
tu caso.
Así
como te enfrascaste en contratar a un buen abogado, debes respetar su criterio
y ética profesional. No le pidas que haga algo ilegal o inmoral, ni que te
garantice un resultado que no depende de él.
Sé
paciente y realista con el proceso legal y el tiempo que puede tomar. No le presiones
sin sentido ni esperes resultados inmediatos o milagrosos.
Evalúa
el resultado de tu caso y el desempeño del abogado. Si estás satisfecho, agradécele
y recomiéndalo a otras personas que puedan necesitar sus servicios. Si no estás
satisfecho, exprésale tu inconformidad y busca una solución amistosa o una
compensación.
Paga
el saldo pendiente al abogado, si corresponde, y solicita un recibo o una
factura que lo acredite. Pide al abogado que te entregue un informe final de tu
caso y todos los documentos relacionados con él.
Si
fallaste y no pudiste contratar a un buen abogado y percibes que te está
perjudicando, despídele, denúnciale ante el juez y el colegio de abogados
correspondiente.
Lcdo. Argenis Serrano
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