El
capitalismo es un
sistema económico en el que la propiedad y el control de los medios de
producción, la distribución y el intercambio de bienes y servicios son
principalmente privados.
En el capitalismo, el objetivo principal de las
empresas es maximizar la producción y el beneficio, lo que lleva a una
competencia y una innovación constante en el mercado. El capitalismo suele ser
considerado un sistema de libre mercado, en el que la oferta y la demanda son
los factores clave que determinan los precios.
Entre sus varias ventajas se destaca esta sobre que
el mercado libre es capaz de asignar recursos eficientemente, es decir, que los
bienes y servicios se producen y distribuyen de acuerdo con las necesidades y
deseos de los consumidores.
Ofrece incentivos para la innovación y la
inversión, ya que los dueños de las empresas buscan generar beneficios y
ganancias.
Además, el capitalismo tiende a fomentar la competencia, lo que conduce a una mayor eficiencia, reducción de costos y mejor calidad de los bienes y servicios.
Existen varios tipos de capitalismo
- Capitalismo liberal: En este sistema, el Estado tiene un papel mínimo en la economía y se fomenta la competencia y el libre mercado. Estados Unidos es un ejemplo de capitalismo liberal.- Capitalismo social: Aquí, el Estado desempeña un papel más activo en la regulación de la economía y ofrece servicios sociales y diversas protecciones laborales. Los países nórdicos como Dinamarca, Suecia y Noruega son ejemplos natos del mismo.
- Capitalismo de Estado: En este sistema, el Estado asume la responsabilidad de controlar y planificar la economía. China es uno de los mejores ejemplos.
- Mercantilismo: Una forma de capitalismo temprano y nacionalista, surgida en el siglo XVI y que va de la mano con el imperialismo y los intereses del Estado.
-
Libre mercado: También llamado “laissez faire”
(del francés “dejar hacer”) es un sistema capitalista de mínima intervención
estatal, en el que la oferta y la demanda regulan las características de
la economía.
-
Economía social de mercado: Semejante al de
libre mercado, pero con mínimas intervenciones estatales para brindar servicios
básicos protegidos a la población, manteniendo sin embargo la mayor parte
de las empresas como propiedad privada.
-
Capitalismo corporativo: Forma de
capitalismo en que las empresas y los grandes capitales corporativos
trasnacionales ejercen el dominio económico, manejando el Estado a favor de su
crecimiento.
-
Economía mixta: Una suerte de capitalismo
intermedio, que cree en la propiedad privada y en la autorregulación del mercado,
pero corrige los posibles “fallos” del mismo a través de políticas de
protección pública.
Entre los países más capitalistas del mundo se encuentran:
- Hong Kong: Se
le considera como el país con el índice de libertad económica más alto del
mundo. Su economía se basa en la libre empresa y los bajos impuestos.
- Singapur: Aunque es un país pequeño, se ha convertido en uno de los más ricos del mundo gracias a su fuerte énfasis e innovar y comerciar en diversos rubros.
- Estados Unidos: Es la capital mundial del capitalismo liberal. Se enfocan en producir y en salvaguardar los intereses del mercado hombre para que de allí derive el mercado Estado.
Detalles de interés
El
capitalismo como sistema de organización socioeconómico nació en la Europa del
siglo XVI, en el marco del surgimiento del mercantilismo y el reemplazo de la
antigua aristocracia feudal por la burguesía.
Es
un sistema de ordenamiento de la producción de bienes en el cual las clases
pudientes controlan los medios de producción y se benefician de la plusvalía
generada por los trabajadores, es decir, controlan el excedente una vez
cubiertos los costos de producción, acumulando la riqueza monetaria para
reinvertir en diversas maneras.
En
el capitalismo, el modelo de propiedad privada permite que el dueño de los
medios de producción concentre la plusvalía.
Ha demostrado una enorme adaptabilidad a los más
diversos regímenes políticos y de organización social, si bien las democracias
liberales parecen ser los escenarios ideales para su realización plena y su
mayor generación de riquezas.
Es odiado y atacado por los socialistas y comunistas, por las altas
posibilidades de brindar a la población la estabilidad e independencia que les
aleje de sus arengas y se acabe así el control social.
Se encuentra en franca disputa con la ecología, lo que es un
problema para todos que aún dista de resolverse.
Queda apelar a la conciencia humana para utilizar al capitalismo
como un arma de crecimiento y no de envanecimiento que termine haciendo aún más
frívola a la sociedad que se aleja de los valores morales y éticos a cambio de
los valores materiales.
El capitalismo no es malo, sólo le falta la regulación humanística
y actitudinal con conciencia ecológica que le haga un modelo sostenible y no
diluyente de la sociedad.
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